El diseño ecológico en la arquitectura residencial se ha consolidado como una tendencia clave para minimizar el impacto ambiental y promover la sostenibilidad. Entre las estrategias más efectivas destaca el aprovechamiento del agua de lluvia, una práctica que favorece el ahorro de recursos y mejora la eficiencia en el hogar. A través de soluciones innovadoras y adaptadas a diversos estilos de vivienda, es posible transformar cualquier casa en un ejemplo de respeto y armonía con el entorno natural.